Se dice que Nora fue la primera ciudad de Cerdeña, un lugar mágico fundado por los fenicios sobre antiguas ruinas nurágicas.
Conquistada por los romanos en el 238 a.C., se convirtió en municipio y capital de la provincia romana de Cerdeña y Córcega. El yacimiento, situado en el extremo de la playa del mismo nombre, cuenta con los preciosos mosaicos de las antiguas residencias, los restos de las antiguas termas y el templo de Esculapio que domina el mar en el extremo de la península.
En el teatro, en gran parte intacto, se siguen organizando actos teatrales y culturales con invitados de renombre internacional.